Creciente aislamiento internacional y tres armas electorales económicamente muy peligrosas - por Domingo Cavallo
En los últimos días se han multiplicado las decisiones que acentúan el encerramiento de la economía y el aislamiento internacional del país.
La demora en presentar un programa económico que permita negociar con el FMI un préstamo de facilidades extendidas para normalizar la relación financiera con el exterior, las restricciones adicionales a las exportaciones de carne, el virtual cierre de las fronteras no sólo a los viajeros extranjeros sino a los ciudadanos argentinos que viajaron al exterior, la amenaza de estatización de la hidrovía Paraná-Paraguay y encubiertamente, de los puertos privados, son sólo algunas de las medidas adicionales que nos aíslan económica y políticamente del mundo. Ya operaban significativamente en ese sentido el cepo cambiario, las limitaciones autoimpuestas a la entrada de las mejores vacunas contra el coronavirus, las retenciones a las exportaciones y las trabas cuantitativas a las importaciones.
En este contexto y consciente de que el mal manejo del proceso de vacunación está deteriorando rápidamente su imagen, además de intentar acelerar ese proceso antes de las elecciones, el gobierno ha decidido utilizar tres armas electorales que son muy peligrosas.
Una de ellas consiste en aumentar el gasto público, ajustar salarios, jubilaciones y demás prestaciones sociales por arriba de la inflación y despreocuparse de la reducción del déficit fiscal.
La otra, de mantener muy bajo, alrededor de sólo el 1% mensual, el ajuste del tipo de cambio oficial.
La tercera, utilizar las reservas que ha acumulado gracias al superávit comercial por el alto precio de la soja y demás productos de exportación, para acortar la brecha entre el precio del dólar en los mercados semi-libres (contado con liquidación y dólar bolsa) e impedir una escapada del dólar paralelo como la de setiembre de 2020, antes de las elecciones.
El gobierno espera que con estas tres armas conseguirá ganar las elecciones de noviembre, especialmente en la provincia de Buenos Aires, Apuesta a que la gente sentirá una mejora económica por la baja de la tasa mensual de inflación y cierta recuperación del poder adquisitivo de los ingresos.
No es imposible que esto ocurra, pero como los operadores de mercados y de quienes siguen los acontecimientos económicos con experiencia y cuidadosa observación predecirán que la presión acumulada terminará en una explosión devaluatoria, no es descartable que esa predicción amenace con provocar el ajuste inflacionario antes de noviembre y el Banco Central se vea obligado a subir las tasas de interés y a desprenderse de muchas reservas. Si no lo hace, la explosión puede darse justo antes de la elección.
Domingo Cavallo
Fuente: Domingo Cavallo
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