Un grupo de estudiantes venían
ocupando el edificio del Consejo Directivo Central (Codicen) desde el viernes
pasado. El reclamo es por un mayor presupuesto para la educación pública.
Este martes se sumaron algunos adultos,
entre ellos estaba Irma Leites, ex tupamara y líder de la agrupación radical
Plenaria, Memoria y Justicia. También se acercaron varios integrantes del
sindicato del taxi (SUATT).
El resultado lo podemos ver hoy
en todos los medios del país. La policía fue a desalojar el edificio, donde
también funcionan otras oficinas ajenas al CODICEN. Hubo denuncias por parte de
personas que no podían acceder a su lugar de trabajo y el Ministerio del
Interior debió de proceder.
Yo me pregunto, ¿en la misma
cabeza de que quiere una mejor educación pública para su país puede entrar
la idea de tirar piedras y vallas a la policía? No se busca la mejor educación
lastimando; son valores contradictorios.
Los mismos de siempre, atrás,
buscando mártires, una vez más poniendo a los jóvenes delante. Primero los
idealistas, los que son fáciles de convencer. Jóvenes que viven en la
adolescencia. Etapa en la que la lucha tiene un sabor romántico y adormecedor
de las responsabilidades venideras. Todos sabemos que con 16 y 17 años ya hay
que decidir que se va a estudiar y trabajar en el futuro y no es fácil.
También es la edad para empezar a
entender que más allá de las intenciones están los resultados. Hoy vimos
vidrios, paredes y puertas rotas. Esto tampoco puede entrar en la cabeza de
quien quiere una mejor educación para todos, pagada por todos.
Es, una vez más, ir contra el
sistema democrático. Se podrá haber votado o no a quienes nos gobiernan hoy
pero por encima de ellos están las instituciones. Instituciones creadas para defender los derechos de todos en un sistema
Republicano.
Imágenes que se veían en blanco y
negro, de la época del segundo colegiado blanco, del gobierno de Pacheco, del
de Bordaberry y la dictadura cívico-militar.
Gobiernos para todos los gustos. La violencia contra las instituciones,
estatales y privadas, para justificar vaya uno a saber qué, ¿la venida del "hombre nuevo"? , ¿El mismo que hoy se lanza al mar en una balsa?
Lo cierto es que gracias a
aquellos que dijeron “educación,
educación, educación”, al Presidente actual, a Irma
Leites y los estudiantes desalojados
ayer, vamos a llegar con suerte a 140 días de clases en los institutos
públicos. ¿Eso es defender la Educación?
Comentarios
Publicar un comentario