Me despido de la Ciudad
de Buenos Aires sin haber podido entrevistar a un personaje central
en mi investigación. Nexo entre Irán y Argentina, mula del Río de
la Plata, “empresario” afín al gobierno argentino. Y lo más
preocupante líder de la Red de Apoyo a las Revoluciones.
A la Gallina Narezo, como
lo llaman sus allegados, es común verlo en Bolivia, Colombia,
Venezuela y salidas a Montevideo y Punta del Este. Fiel a su estilo
“de zurda”, pero también es habitué de finos hoteles del Caribe
o la capital uruguaya. Amante de la buena vida, no ha podido
justificar su estilo de vida, figura como director de varias
sociedades anónimas ligadas a la Campora.
Cercano a Ebe de Bonafini
y a Víctor Hugo Morales. Ha utilizado las estructuras de estos para
reunirse con “revolucionarios” de todo el mundo. Desde ex
presos de Guantanamo, recordemos que fue le ideólogo de la llegada
de uno a Buenos Aires, pasando por “diplomáticos”
venezolanos nacidos en Libia e Irán pero con pasaportes fabricados
en Cuba, hasta llegar a integrantes de Hamas.
Peso medio, hábil para
llevar una maleta cargada. Sus manos transportaron y lavaron parte
del dolor del pueblo judío asentado en la Argentina. Quizá alojarse
una noche en un hotel 5 estrellas en Plaza Independencia (Montevideo)
valiera la pena el cruce de dinero kirchnerista y las reuniones con
la inteligencia venezolana y gremialistas uruguayos chavistas pro
Irán.
Las camisetas del RAR,
que pueden verse en esta foto, han sido complices de los presos
polìticos de Cuba, de los estudiantes muertos en Venezuela y de los
niños adoctrinados en el odio al pueblo de Israel en oriente medio.
Porque el odio y la
destrucción siempre encuentra aliados serviles, algunos por
“gloria”, Alá, dinero y por último los que se venden por
un pasaje de avión al Caribe, bouchers en hoteles y vivir como los
grandes “burqueses” , a los que denigran de la boca para
afuera.
Alex Schwartz
Fuente: La Prensa Popular
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