Los consecutivos editoriales de The New York Times sobre el
embargo derivaron en que uno de sus editorialistas realizara un viaje
relámpago a Cuba. Una de las paradas de este viaje ha sido el medio de
información 14ymedio, donde fue recibido por su directora y
otros miembros de la redacción. El resultado del encuentro quedó
plasmado en una nota donde se observa una nueva postura de Yoani Sánchez
acerca del embargo estadounidense.
Sánchez ha sido calificada como bloguera, periodista, activista u
opositora, pues ha negado reiteradamente ser política: "no hago política
en las redes sociales. Yo evito las consignas", o de manera mas precisa
"Yo no soy política, no pertenezco a ningún partido en especial".
Aunque su declaración más fuerte sobre este tema fue publicada en el diario La Voz de Galicia y reafirmada en su twitter personal: "Me falta cinismo para dedicarme a la política; lo mío es el periodismo".
No sin algo de soberbia, Sánchez se sitúa en un peldaño superior, el
periodismo, desde el que llama cínicos a todos los políticos. Pero, ¿por
que los políticos se han ganado tal adjetivo de su parte? Una
explicación posible es la actitud cambiante de los populistas en América
Latina. Estos cambios se dan de acuerdo a las circunstancias, encuestas
o beneficios, y lo mas importante —de ahí el cinismo—, ponen un manto
de silencio sobre la postura anterior. Llegado a este punto, me surge
una interrogante sobre la directora de 14ymedio y sus opiniones sobre el embargo.
En la nota publicada luego de la visita de Ernesto Londoño,
Sánchez afirma "a mí no me gusta proyectar mi país con lo que va a
pasar en la Casa Blanca" y prosigue "por eso no apuesto por el fin del
embargo como la solución". Sin embargo, menos de dos años atrás, Yoani
Sánchez expresó "el embargo debe terminar ya, no es solo mi postura
ahora, ha sido mi postura siempre". Para continuar, durante varios
minutos, explicando su postura de una manera clara y contundente.
Este cambio suyo, ¿es periodismo o política? Lo mas agravante no es
que expresara una opinión en febrero de 2013 y la haya cambiado ahora,
sino dónde y en qué momento expresara su rechazo al embargo. Fue en el
Congreso brasileño, en un país que ha apoyado al régimen cubano, no solo
política, sino económicamente con la mayor inversión en Cuba, el
conocido puerto del Mariel que, vaya casualidad, depende única y
exclusivamente del fin del embargo para que sea viable. Entonces Yoani
Sánchez se expresó en contra del embargo frente al PT, el partido que
más ha apostado por ello en Brasil. Dicho de otra forma, el mejor
oyente escuchó el mejor relato. ¿Esto no es lo que Gloria Álvarez llama
populismo?
Sin embargo, estar en contra del embargo y decirlo en Brasil puede
aceptarse. Lo más grave es cuándo lo dijo. Yoani Sánchez expresó su
contundente criterio en el mayor momento de exposición que tuvo en su
historia y posiblemente el mayor que tendrá cualquier voz opositora al
régimen de los hermanos Castro.
La herramienta Google Trends arroja luz sobre ese "momento". En el
gráfico (ver abajo) he puesto a modo comparativo el "alcance" de dos
indiscutibles opositores al régimen cubano. Los puntos máximos de
atención de ambos, Oswaldo Payá en julio de 2012 y Huber Matos en
febrero de 2014, coincidieron con el día de sus muertes. Del resto del
arco opositor no se cuenta con suficiente impacto como para ser medible.
En el gráfico puede verse cómo el momento de mayor atención que ha
tenido un opositor al régimen en los últimos 25 años, febrero de 2013,
estuvo puesto sobre una sola persona, Yoani Sánchez. Fue entonces que
ella sostuvo que el embargo debería terminar cuanto antes, y que esa
había sido siempre su opinión sobre el tema.
Ahora bien, si reafirmó su opinión antiembargo en el pico de su
popularidad pública, ¿cómo va a sentarse ahora ante un periodista de The New York Times
y decir algo diferente de lo que antes sostuviera? Si su postura
antiembargo fue la "de siempre", ¿a qué se debe ahora este cambio de
postura? Yoani Sánchez ha cambiado y puede hacerlo (todos podemos), pero
en tanto figura pública, política o periodística, tendría que
explicarse. Dado su posicionamiento en la sociedad civil cubana,
esperamos una explicación suya al abandono de una opinión que ha
mantenido durante tantos años y que ha cambiado hace muy poco.
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