Cuando los
Presidentes se encuentran, las autoridades que intervienen, coordinan la agenda
de la conversación que ellos mantendrán y a la que naturalmente se deben
ajustar, porque los Presidentes no pueden ser sorprendidos por planteos que
desconocen que uno de ellos le formule al otro. Por lo tanto las cosas que el
Presidente Mujica le planteó al Presidente Obama y recíprocamente ya estaban
fijadas y acordadas antes de su viaje.
El viaje
además fue públicamente analizado por el propio Presidente Mujica. Siguiendo su
estilo manifestó que no sabía si iba, luego dijo que iría porque la Embajadora
Reynoso era una muy buena Embajadora, más tarde agregó que si, que iría, pero
que le pasaría la boleta al Presidente Obama y finalmente cumplió con su
objetivo que era encontrarse en el Salón Oval de la Casa Blanca con el
representante del régimen capitalista al que él y toda su gente han atacado
duramente en los últimos 80 años.
Gran
expectativa, los medios los acompañan, conversa 17 minutos con Obama y el mundo
se entera de la conversación y por supuesto los uruguayos también nos
enteramos. Nadie se entusiasma mucho. Los frentistas no dicen nada. Han optado
por callarse la boca, porque no están contentos con que vaya a ver a Obama, no
están contentos con que Mujica reciba presos de Guantánamo, y han optado por
callarse.
Nosotros,
los opositores, que analizamos el viaje y sus consecuencias para el Uruguay
apreciamos que el Presidente del Uruguay no le ha planteado al Presidente de
los EE.UU. ningún asunto concreto que le interese al Uruguay en la relación
comercial con el mercado más importante del mundo.
El
Presidente de la República del Uruguay no planteó la conveniencia y necesidad
que tiene el Uruguay de firmar un Acuerdo de Libre Comercio con los EE.UU., que
entre otras cosas, le volvería a dar vida a toda la industria textil nacional,
desde el hilado hasta la confección. De esa conversación inclusive hay
informaciones contradictorias con respecto a la educación. El Presidente Obama
dice que aumentará las becas para que jóvenes profesores del Uruguay vayan a
los EE.UU., y el Presidente Mujica dice que le pidió al Presidente Obama que
nos mande profesores de inglés. Bueno es recordar que una de las primeras
medidas que tomó el Codicen fue suprimir las clases de inglés.
Eso si, el
Presidente Mujica le exhortó al Presidente Obama que se ocupe de los enfermos
del tabaco en el mundo, dado que el Presidente Obama no tiene casi ningún
problema de que ocuparse, no se ocupa ni de la malaria, ni de la polio, ni de
la situación del Sudan, ni de la situación de Siria, ni de Nigeria, ni de los
conflictos en el Medio Oriente, ni su situación en el Afganistán, ni de los
empleados esclavizados en Bangladesh, ni de las niñas de Nigeria, ni del
alcoholismo, de nada de eso, que se ocupe del tabaco. Salvo que el Presidente
Mujica, al hablar del tabaco, le quiera hacer creer a los uruguayos que le está
pidiendo al Presidente Obama que intervenga con la fábrica Philips Morris, que
hace tiempo tiene un juicio en Suiza, y pretenda, por esta vía, que el pueblo
uruguayo crea que Obama es culpable si mañana la fábrica le gana el juicio al
Estado uruguayo.
También le
aconsejó que tratara mejor al Brasil (me imagino el enojo de Itamaratí) y
además dijo que como eran grandes tenían que arreglarse con Venezuela. No se
que le contestó Obama, yo le hubiera dicho el problema en Venezuela es de los
venezolanos con su gobierno, ustedes que tienen la Unasur, ¿porqué no arreglan
Venezuela?.
Pero
contento y sonriente, se sacó la foto.
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