EL PRESIDENTE MUJICA, CONTENTO Y SONRIENTE, SE SACÓ LA FOTO - por Jorge Batlle

Cuando los Presidentes se encuentran, las autoridades que intervienen, coordinan la agenda de la conversación que ellos mantendrán y a la que naturalmente se deben ajustar, porque los Presidentes no pueden ser sorprendidos por planteos que desconocen que uno de ellos le formule al otro. Por lo tanto las cosas que el Presidente Mujica le planteó al Presidente Obama y recíprocamente ya estaban fijadas y acordadas antes de su viaje.

El viaje además fue públicamente analizado por el propio Presidente Mujica. Siguiendo su estilo manifestó que no sabía si iba, luego dijo que iría porque la Embajadora Reynoso era una muy buena Embajadora, más tarde agregó que si, que iría, pero que le pasaría la boleta al Presidente Obama y finalmente cumplió con su objetivo que era encontrarse en el Salón Oval de la Casa Blanca con el representante del régimen capitalista al que él y toda su gente han atacado duramente en los últimos 80 años.

Gran expectativa, los medios los acompañan, conversa 17 minutos con Obama y el mundo se entera de la conversación y por supuesto los uruguayos también nos enteramos. Nadie se entusiasma mucho. Los frentistas no dicen nada. Han optado por callarse la boca, porque no están contentos con que vaya a ver a Obama, no están contentos con que Mujica reciba presos de Guantánamo, y han optado por callarse.


Nosotros, los opositores, que analizamos el viaje y sus consecuencias para el Uruguay apreciamos que el Presidente del Uruguay no le ha planteado al Presidente de los EE.UU. ningún asunto concreto que le interese al Uruguay en la relación comercial con el mercado más importante del mundo.

El Presidente de la República del Uruguay no planteó la conveniencia y necesidad que tiene el Uruguay de firmar un Acuerdo de Libre Comercio con los EE.UU., que entre otras cosas, le volvería a dar vida a toda la industria textil nacional, desde el hilado hasta la confección. De esa conversación inclusive hay informaciones contradictorias con respecto a la educación. El Presidente Obama dice que aumentará las becas para que jóvenes profesores del Uruguay vayan a los EE.UU., y el Presidente Mujica dice que le pidió al Presidente Obama que nos mande profesores de inglés. Bueno es recordar que una de las primeras medidas que tomó el Codicen fue suprimir las clases de inglés.

Eso si, el Presidente Mujica le exhortó al Presidente Obama que se ocupe de los enfermos del tabaco en el mundo, dado que el Presidente Obama no tiene casi ningún problema de que ocuparse, no se ocupa ni de la malaria, ni de la polio, ni de la situación del Sudan, ni de la situación de Siria, ni de Nigeria, ni de los conflictos en el Medio Oriente, ni su situación en el Afganistán, ni de los empleados esclavizados en Bangladesh, ni de las niñas de Nigeria, ni del alcoholismo, de nada de eso, que se ocupe del tabaco. Salvo que el Presidente Mujica, al hablar del tabaco, le quiera hacer creer a los uruguayos que le está pidiendo al Presidente Obama que intervenga con la fábrica Philips Morris, que hace tiempo tiene un juicio en Suiza, y pretenda, por esta vía, que el pueblo uruguayo crea que Obama es culpable si mañana la fábrica le gana el juicio al Estado uruguayo.

También le aconsejó que tratara mejor al Brasil (me imagino el enojo de Itamaratí) y además dijo que como eran grandes tenían que arreglarse con Venezuela. No se que le contestó Obama, yo le hubiera dicho el problema en Venezuela es de los venezolanos con su gobierno, ustedes que tienen la Unasur, ¿porqué no arreglan Venezuela?.

Pero contento y sonriente, se sacó la foto.


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