La intolerancia importada



"a todos los socialistas del mundo", Ludwig von Mises, 1944

A principios de la década de los 60 un grupo dejóvenes inspirados en la “Revolucióncubana” buscaba imponer la división y el odio “natural” en nuestra sociedad. Un país de clase media, donde el hijo del obrero estudiaba con el hijo del patrón, escuchaba por primera vez de la “lucha de clases”.

Habíamos sido tan libres que las mujeres podían votar y divorciarse antes que en ningún país de la región. No teníamos religión oficial y así cada uno podía elegir su Dios. Uruguay era un país de tolerancia y oportunidades. No existían grandes castas. La educación pública era sin lugar a dudas el gran igualador de oportunidades, y a los lugares de privilegio se llegaba en base a esfuerzo. El razonamiento de que prosperar es ocupar el lugar de otro, o lo que es peor, que se estaba abajo por culpa del que estaba arriba no existía en nuestro colectivo.

Esa forma de explicar la realidad histórica que creara el filósofo alemán Karl Marx a finales del siglo XIX, que se llevara a la fuerza a la Rusia de 1917, luego, desdibujada, llegaría a América Latina con la propaganda del “Hombre nuevo” de la Revolución Cubana.

Con dinero soviético y propaganda se expandiría en el mundo la idea de la confrontación y lo que es más grave, se lo tomaba como dogma. El desarrollo de la humanidad se explicaba en base al choque y no a la búsqueda de la felicidad.

¿Cuánto de esto hay hoy en nuestra sociedad?, éstos jóvenes guerrilleros perdieron con las armas en 1972, pero ¿cuánto de su discurso está vivo hoy? ¿Qué hay detrás de la última huelga de profesores?

“El fin justifica los medios”, “oligarca”, “burgués”, sumémosle “lo político está por encima de lo institucional”

Luis Batlle creó una generación de políticos de primer nivel, muchos salidos de la FEEUU y gremios industriales ¿Es el discurso de un Grauert, un Batalla o un Zelmar el mismo de los dirigentes de hoy devenidos también en legisladores?

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