El 31 de Octubre de 1517 Martín Lutero
(Martin Luther), un teólogo y fraile alemán, clavó una propuesta a las puertas
de la iglesia de Wittenberg, Alemania para debatir la doctrina y práctica de
las indulgencias que venía efectuando el papa. Esta propuesta fue popularmente
conocida como las 95 tesis.
Por entonces Giovanni di Lorenzo
de Medici, era el Papa León
X. El mismo fue quien levantó la Basílica de San Pedro. Una obra muy
costosa que no se financiaría solo con los recursos de la Iglesia ni las
donaciones habituales de príncipes, reyes y ricos comerciantes. En 1506 el papa decidió vender indulgencias. De esa forma los fieles podían comprar
un lugar en el paraíso. La Indulgencia por obra del Papa quitaba el pecado.
Esto fue publicado en una bula el 31 de marzo de 1515.
Esta “transacción” entre dinero y el paraíso fue el disparador de lo que
luego se conocería como reforma luterana.
Las 95 tesis, que Lutero clavó en
la puerta de la iglesia, fueron escritas en latín y buscaban discutir el tema
de estas indulgencias. Martín Lutero decía que estas no tenían fundamento en
las escrituras y que “sólo Dios puede
justificar a los pecadores”. Tres años más tarde el papa excomulga a Martín
Lutero y a sus seguidores naciendo así la reforma luterana o protestante.
La reforma nace y se esparce por
todo el Imperio Germánico, el cual tenía varias ciudades poderosas económicamente
gracias al comercio. De la misma nacen varias religiones llamadas protestantes.
Todas basadas en la Biblia sin embargo estas se distanciaban en mayor o menor
medida de la autoridad papal. La más clara en ese sentido, para mí, sería la Iglesia
anglicana creada por Enrique VIII
Rey que tuvo seis esposas y se vio enfrentando muchas veces al Papa Clemente VII a la hora
de querer divorciarse. Esta Iglesia reconoce en el Regente de Inglaterra la cabeza
de la Iglesia y no al papa. Incluso Enrique VIII llegaría a decir que “el Obispo de Roma no tenía ninguna mayor
jurisdicción en Inglaterra que cualquier otro obispo extranjero”.
Martin Lutero toma como base de
su prédica la Biblia, la traduce al alemán y la hace circular entre la gente.
Antes la Biblia solo podía ser leída por sacerdotes. De esta forma la
interpretación de la misma era individual y no dependería más de una
institución. Algo interesante es que la
biblia de Lutero fue el primer libro de circulación masiva de la historia. No
encontró en la Biblia nada que dijera que sus pastores no podían casarse y de
hecho los papas tenían hijos que muchas veces serían nombrados cardenales. Rechaza
el celibato y no encuentra en las escrituras nada que indicase que la mujer no
podía ingresar al ministerio y llevar la palabra de Dios.
Hace 498 años, un día como hoy, a partir del abuso de poder de un Papa, comenzaba a gestarse la reforma luterana
por lo cual todos los 31 de octubre se conmemora el “día de la reforma”.
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