VERDAD Y JUSTICIA - por Jorge Batlle


Fue en 1962 cuando los uruguayos se enteraron de que existía en el país un movimiento armado que pretendía, por las armas, ocupar el gobierno. En 1962, luego de un tiempo de preparación y trabajos, el Ex Presidente de la República José Mujica y el actual Ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro, asaltaron y robaron las armas del Tiro Suizo en Colonia Suiza. Ese primer acto revolucionario de la guerrilla tupamara tuvo lugar al comienzo del gobierno democrático presidido por un hombre republicano de clara consciencia democrática a lo largo de su historia política llamado el Dr. Washington Beltrán.

La guerrilla fue enfrentada por la policía, particularmente por el Comisario Alejandro Otero, que ya había denunciado su existencia a las autoridades policiales de Montevideo. Este proceso violento, con robo de bancos, empresas, asaltos a mano armada, muertos por la acción de la violencia, prosiguió con creciente intensidad hasta que el Parlamento del Uruguay, elegido en forma libre, resolvió encargarle a las Fuerzas Armadas la tarea de concluir con la violencia armada del movimiento MLN-T (Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros). Esa decisión del Parlamento le permitió a las Fuerzas Armadas rápidamente, a partir de setiembre de 1971, enfrentar y derrotar a la sedición.

En 1972, en el mes de octubre, desde la televisión nacional, anuncié al país que las Fuerzas Armadas iban a dar un Golpe de Estado. Me llevaron preso, me juzgaron en la Justicia Militar en el Juzgado de la calle Lauro Muller y me condenaron por afectar la honra y el buen nombre de las Fuerzas Armadas, que por supuesto en 1973 dieron un Golpe de Estado.

La conclusión más que clara de este relato es que si no hubiera habido un movimiento sedicioso revolucionario, no hubiera habido Golpe de Estado militar.
Mujica, Fernández Huidobro y todos los demás, son los responsables del Golpe de Estado militar y fueron los beneficiarios del Golpe de Estado militar.

Sin guerrilla no hubiera habido Golpe de Estado Militar.

Entonces, ¿qué es lo que quieren ahora los ultras?, los que no manejaban la guerrilla. ¿Qué es lo que quieren?: INVENTAR LA HISTORIA. TRATAR DE JUSTIFICAR SU CONDUCTA. Para ello inventan que el gobierno Constitucional de Pacheco Areco, que enfrentó el tiempo más difícil y duro de toda la acción violenta, que respetó las Leyes y la Constitución de la República y las hizo cumplir, tal como lo señalo mejor que nadie el Gral. Líber Seregni, era un gobierno dictatorial y que entonces los tupamaros nacieron en 1968.

Hay mucha gente que tiene como práctica política esconder la realidad de su vida. Uno son los tupas que dicen que desde 1962 a 1968 no existieron y otro es el Dr. Vázquez, que en su curriculum vitae publicado en el portal de la Presidencia de la República, oculta lo que hizo entre 1972 al 1987. Razones tendrá para hacerlo. Razones que coinciden con el tiempo de la dictadura militar.

Entonces, presionado por la izquierda extrema, como en el Fondes, sabiendo que tiene que enfrentar un desastre económico organizado por Mujica desde el gobierno por el cual, él es el Presidente de la República y tendrá que tomar medidas no agradables para el Pueblo, dicta el decreto ilegal, inconstitucional e indigno, por el cual pretende descalificar un gobierno democráticamente constituido, que supo enfrentar a la peor revolución interna que tuvo el país desde su nacimiento como Nación independiente. Porque ésta revolución tupamara fue mucho más grave para la estabilidad de la sociedad que las confrontaciones que tuvimos entre Blancos y Colorados, y que por suerte, las pudimos resolver sin investigarnos recíprocamente de las muertes que durante decena de años sufrimos en el país.

Por esa actitud, que Batlle y Ordoñez expresó con tanta claridad al final de la contienda, cuando le dice a los soldados del Ejército Nacional que van a convivir con aquellos que fueron sus adversarios pero que son sus hermanos. Por esa actitud tuvimos paz y sin abandonar nuestras banderas y nuestros ideales, convivimos e hicimos un gran País. Esto es lo que no entiende el Dr. Vázquez, porque con este Decreto reabre una profunda herida que no le trae entendimiento y armonía a la vida de una sociedad que además, y duramente, va a tener que pagar los terribles errores económicos hechos por el gobierno del Sr. Mujica, conocidos por el Sr. Astori y por el Dr. Vázquez y ocultados al Pueblo, para poder sobre este descalabro económico, ganar las elecciones.
Todo esto lo sabían.

Por este camino no se alcanza ni la verdad, ni se es justo.
La política no es más importante que la Ley. Cuando la Ley está desplazada por la política el país entra en el vestíbulo del caos.

El Presidente de la República ha faltado a sus obligaciones para con todos los uruguayos y pierde la confianza que todo Presidente necesita para enfrentar las dificultades que él ha heredado del Ex Presidente Mujica.


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