La educación del pueblo - Felipe Caorsi


En 1868 Domingo Faustino Sarmiento y José Pedro Varela realizaron un viaje a Boston en busca de una “fábrica” de republicanos. Argentina y Uruguay ya independientes debían de crear nacionalidad y ciudadanía. Convencidos de que ésta última se creaba desde la educación básica, ambos decidieron copiar el modelo estadounidense.

Digo “fábrica” porque así funcionaron las escuelas en nuestros países. La disposición de los pupitres y el timbre del recreo por ejemplo eran copias de la forma que se trabajaba en las empresas de la época.
Para 1876 Varela asume la Dirección de Instrucción Pública en el  gobierno de Lorenzo Latorre y desde ahí realiza su reforma que nos daría una educación escolar “laica, gratuita y obligatoria”.

Dos años antes Varela decía en su libro “La Educación del pueblo”: “La educación es cuestión de vital importancia, para aquellos pueblos que, como el nuestro, han adoptado la forma de gobierno democrático-republicana”

En ésa época Varela participa de la creación de un partido radical liberal democrático entre cuyas consignas se encontraban el voto universal  e igualdad en los derechos de la mujer. Varela quería que el voto no solo fuera universal sino que también calificado y creía que eso a la larga traería más y mejor Democracia.
Se puede discutir si el Estado puede obligar a alguien a educarse, pero no cabe duda de que educarse es la base para poder elegir y ser libre. Al igual que Varela no creo que deba de imponerse un dios por parte del Estado. Hoy el presupuesto para la Educación es el 4,7% del PBI, algo así como U$S 3.000 por año por habitante. Evidentemente la educación no es gratuita, especialmente si a ese costo le sumamos lo que se paga en educación privada.

Uruguay ha tenido una cultura cívica que lo ha diferenciado del resto de América, eso se debió, creo yo,  al nivel de la educación pública, que llegó a ser mejor que la privada y a la existencia de partidos políticos sólidos, el Partido Nacional y el Colorado tienen más de ciento setenta años.

Hoy vemos con tristeza los índices de repetición en las escuelas y liceos públicos. Los estudiantes no tienen clases y sus salones no están en condiciones. Evidentemente el Estado ha demostrado no ser bueno para Educar. Aquello que pedía Varela, ciudadanos que luego gobernaran se dio vuelta, hoy los gobernantes educan y lo hacen mal. Han dado participación en la  dirección a los gremios y administrado muy mal los recursos que reciben.

Creo que es tiempo de analizar otras propuestas, de salir otra vez al mundo a ver qué es lo que funciona. Quizás es tiempo de volver a Boston o un poco más lejos, al norte de Europa, Corea del Sur y China.

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